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Salmo 146:1-3 ¡Aleluya! Oh alma mía, alaba al SEÑOR.  Alabaré al SEÑOR mientras yo viva; Cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista. No confíen ustedes en príncipes, Ni en hijo de hombre en quien no hay salvación. 

En nuestra sociedad actual hemos desechado a Dios el Creador de la esfera de moralidad. Por tanto, se enseña hoy día en las universidades que no hay moralidad objetiva en el universo, sino toda moralidad es hecha por seres humanos. En lugar de ponernos como los árbitros y jueces del bien y el mal en nuestra vida, nosotros tenemos que reconocer que Dios nuestro Creador. Dios diseñó su creación, incluyendo a nosotros, con orden, estructura, y belleza. Entonces, no tenemos la libertad, ni el poder de cambiar la buena creación de Dios según nuestros propios deseos y preferencias individuales. Ya tratamos tal experimento en el jardín de Edén y resultó en el dominio de la muerte. No es para nosotros retar la moralidad divina. 

A spoken word poem written to call us all to repentance, to a life of justice, and to find our justice in Christ. 

Antes de tener fe en Cristo, vivíamos en el mundo como huérfanos sin padre y propensos a todo tipo de maldad. No teníamos dirección, no teníamos amor incondicional, no teníamos a un Padre. Pero ahora si tenemos. Gracias a nuestra adopción por medio de la sangre de Cristo. Ahora Dios mismo, nuestro Creador, nos llama sus hijos amados con amor incondicional. Y nos da dirección hacia lo bueno, lo verdadero, y lo hermoso.  

De este pasaje vamos a descubrir nuestro gran privilegio en Cristo, y en seguida vamos a aprender que tan grande es nuestra responsabilidad que viene consigo.

En la providencia de Dios, hemos pasado por la sequiza desafiante de la cuarentana que dejó a nuestra sociedad como una pila de paja seca, bien lista para un incendio. Y, ahora toda esta en llamas. En medio de este momento de crisis, adentro del horno encendido, Dios tiene un mensaje para nosotros: Dice, “Estoy probando la fe de ustedes para refinarla.” Pruebas intensas tienen el efecto de quemar todo lo falso y dejar lo verdadero. En una prueba, las máscaras de apariencias desvanecen y la realidad se manifiesta. Las pruebas son fuegos de purificación. 

En Cristo, ustedes no son vagabundos sin destino final. Según la misericordia de Dios y la fidelidad de Jesús, nos espera un hermoso hogar para nosotros en la patria eterna. Esta es nuestra esperanza viva.

Hoy embarcamos nuestro estudio de la primera carta del apóstol Pedro. Escogí esta carta porque su contenido me parece muy pertinente a nosotros hoy en día. Al estudiarla, vamos a ver que Dios nos va a llamar a andar con perseverancia paciente mientras esperamos la nueva creación. Somos como peregrinos en este mundo roto en rumbo a nuestro destino final, y en el camino habrá sufrimiento y tiempos de prueba. Ahora mismo, con la pandemia mundial, la cuarentena, y la crisis económica que nos espera, estamos en un tiempo de prueba…. Mas que nunca, necesitamos escuchar las exhortaciones y promesas de esta carta.

Hermanos, en manera parecida a los filipenses, actualmente tenemos tribulación en este mundo. Los últimos meses han sido desafiantes, y los que están por venir tampoco serán fáciles. Pero concluimos con este aliento de ánimo: En Cristo tenemos paz con Dios, porque el Ha vencido al mundo mediante su humilde sacrificio en la cruz y su resurrección gloriosa de entre los muertos. En Cristo somos mas que vencedores, y la paz de Dios que sobrepasa entendimiento nos guardara hasta el final.